
Nos vuelve a deleitar este combo, desde la ciudad de Nueva York, con un sonido extraído y fusionado entre el cielo y el infierno, entre la plegaria y la maldicion, entre lo divino y lo humano… Si quiere hacer usted, querido lector, un recorrido visceral y mágico entre sus entrañas, déjese atrapar por los sonidos de este su último álbum: Lull.
El corte que da título, a esta que debería ser una obra perenne para nuestros oídos y una sobrecarga constante para nuestro equipo reproductor, te invita a apagar la luz y sumergirte en ti mismo… y rogarás que nadie te despierte.
«Mimicry and murmur» es otra fantasía que no tendría que caer en saco roto. Habría de escucharse como quien escucha una caracola a la orilla de la playa… pidiendo que evoque sonidos auténticos… sonidos casi naturales.